CCOO de Castilla y León | 23 abril 2024.

Villalar 2024

2020-05-04

La EPA deja síntomas del impacto de la COVID-19, los viejos problemas vuelven a aflorar y ahonda en su falta de precisión para Castilla y León

    Las características inherentes a la Encuesta de Población Activa-EPA (media de todas las semanas de un trimestre) y las cuestiones metodológicas (*) que la sustentan diluyen el valor de la información aportada por la encuesta en este primer trimestre de 2020. Las cifras de afiliación a la Seguridad Social, los demandantes de empleo ocupados y el paro registrado continuarán siendo las variables de referencia para la medición del impacto sobre el mercado laboral hasta la publicación de la próxima EPA, correspondiente al segundo trimestre de 2020, el 28 de julio. Adjuntamos informe íntegro del Gabinete Técnico de CCOO-CyL.

    04/05/2020.
    Fotod CCOOCyL

    Fotod CCOOCyL

    Los datos principales de la encuesta sugieren un mal trimestre en el que se entremezcla la dinámica deceleradora de creación de empleo que se venía observando desde hace varios trimestres con el fuerte impacto sobre la actividad y el mercado laboral de la segunda quincena de marzo, tras la aprobación del estado de alarma y las medidas de confinamiento y enfriamiento productivo. Las características propias de la EPA, de consideración obligada para el correcto entendimiento de la misma (ver recuadro gris) y para comprender los efectos que para esta estadística ha tenido el escenario adverso de marzo, hacen que sus resultados para el primer trimestre del año sean más bien anecdóticos, pues no son reflejo fiel del impacto cuantitativo acontecido sobre el mercado laboral dado que sólo 1 de las 13 semanas de referencia en este periodo se enmarcan en el nuevo escenario. A pesar de que los efectos negativos fueron de gran magnitud, la normalidad previa hasta el 11 de marzo suaviza las cifras de caídas del trimestre. Respecto a lo cualitativo, nos ofrece indicios de lo ocurrido. Se deberá esperar entonces a la EPA del segundo trimestre de este año, que sí permitirá una evaluación cuantitativa y cualitativa mucho más precisa de las consecuencias derivadas de la COVID-19 sobre el mercado laboral.

    Por lo tanto, la EPA del segundo trimestre de 2020 dejará unos datos de empleo, paro e inactividad y de flujos de transiciones entre las distintas situaciones sin precedentes en la historia de esta estadística.

    Las imperfecciones de la encuesta

    Aún sin recoger el impacto real como sí hicieron los datos diarios y a fin de mes de la afiliación a la Seguridad Social, las desviaciones relativamente acusadas de algunas variables permite confirmar que la EPA empezó a capturar el impacto parcialmente, ofreciendo pistas sobre cómo podrían comportarse en el segundo trimestre. Esto es así para España, pero no tanto para Castilla y León. En nuestra Comunidad la EPA continúa dibujando de forma deficiente la evolución coyuntural de las variables, trasladando resultados contradictorios con lo realmente ocurrido en este trimestre y desacoplándose de la evolución de la afiliación a la Seguridad Social, indicador que sí aproxima de forma adecuada los vaivenes del empleo en el territorio y en las provincias que lo componen.

    Los datos ofrecidos por la EPA son resultado de la media de todas las semanas de un trimestre, por lo que el desplome laboral reflejado por la encuesta es inferior al que traslada los datos diarios o al último día del mes de la Seguridad Social. Sin embargo, la dirección del cambio (a la baja) debiera ser inequívoca. Las variaciones en los datos del primer trimestre de la EPA deberían ser próximas a las que revela el promedio de afiliados medios a la Seguridad Social. Esto es así en España, pero no en Castilla y León. La existencia de un primer trimestre de 2019 anómalo hace un año, desacoplado totalmente del comportamiento de la afiliación, ha condicionado el valor de la encuesta para la Comunidad en el primero de 2020; y es posible que suceda lo mismo en el primer trimestre de 2021. Aunque la magnitud del cambio en ocupados EPA y afiliados medios es precisa en la Autonomía si se compara el primer trimestre de 2020 con el cuarto de 2019 (-1,95% y -2,03%, respectivamente), la encuesta indica un cambio trimestral inferior al de hace un año, sugiriendo un escenario peor entonces que el actual; al contrario que la afiliación, que sí refleja el empeoramiento. Además, en términos interanuales, el número de ocupados EPA pasa de crecer a un ritmo de 1,32% a un 2,04%, una aceleración entre el cuarto trimestre de 2019 y el primero de 2020 no representativa de la realidad; la afiliación media ha pasado de crecer a un ritmo del 1,13% a un 0,50%, mostrando precisamente el impacto del primer trimestre.

    Nótese que los promedios no sirven en una situación como la vivida en el primer trimestre o en el mes de marzo, aunque sean la medida adecuada en los contextos ordinarios. Se debe recordar que entre el 12 y el 31 de marzo Castilla y León perdió un 3,5% de sus empleos según la estadística de afiliación diaria(-4,65% en España), porcentaje notablemente mayor que el sugerido por los indicadores expresados en promedio.

    La falta de precisión en la encuesta, con continuos comportamientos erráticos, hace que pierda utilidad para valorar cuantitativamente la marcha del mercado laboral en sus principales variables. Tal patrón errático hace que se dibujen tasas interanuales en forma de W que distorsiona el seguimiento a diferencia de la afiliación. Esa forma de W crea “efectos base” continuos: cuando en un trimestre hay una caída aguda, en el mismo periodo del año siguiente habrá una subida intensa, no por reflejo de una mejor situación del mercado laboral, sino por una mera cuestión estadística, dificultando así la valoración de la coyuntura. Las provincias sufren también este mal por partida doble, sumado al hecho de que la representatividad de sus datos EPA es muy escasa. El uso de la afiliación a la Seguridad Social es obligado para las provincias.

    Las pistas que dejó la EPA en su primer trimestre y los flujos de población activa

    A nivel nacional, la EPA dejó pistas de lo ocurrido en marzo no sólo a través de sus variables principales, sino también a través de otras no disponibles de forma pública para las comunidades (se debería trabajar con microdatos para obtener tal información), como son: el destacado incremento de los ocupados que no han trabajado en la semana de referencia debido a paro parcial o por razones técnicas o económicas de expediente de regulación de empleo o el desplome de las horas semanales efectivas trabajadas.

    Como punto común entre el conjunto nacional y Castilla y León, destaca el aumento de los flujos de personas que transitan desde la actividad (ocupado o parado) a la inactividad. En este sentido, ha aumentado notablemente la probabilidad de pasar de la situación de paro a la inactividad. Lo anterior puede explicarse por la definición de parado de EPA, que para serlo necesita cumplir condicionantes sobre la búsqueda de empleo que probablemente se han visto agravados por el estado de alarma (si no puede utilizar ningún método de búsqueda de empleo porque las empresas están cerradas o no puede ejercer actividad como autónomo o no puede incorporarse por tener que estar cuidando de personas dependientes, esta persona no sería parada sino inactiva). Asimismo, no sólo ha sido importante el aumento del flujo de personas que salen de la ocupación sino también la reducción del flujo de personas que pasan a estar ocupadas.

    Por último, la creación de empleo o probabilidad de transitar al empleo (nº de personas que acceden a un empleo en el trimestre actual dividido entre el nº de ocupados del trimestre anterior) baja a niveles cercanos al primer trimestre de 2009 tanto en la comunidad como en España; la destrucción de empleo o probabilidad de salir del empleo (nº de personas que abandonan o pierden su empleo en el trimestre actual dividido entre el número de personas ocupadas en el trimestre anterior) escala en España pero baja en Castilla y León si se compara con el primer trimestre del año anterior. Ésta es una incongruencia más detrás de la EPA para la comunidad, muy influida por el dato anómalo del primer trimestre de 2019. De no haber tenido tal dato atípico, se hubiera visto también una escalada de la destrucción de empleo en la comunidad.