CCOO de Castilla y León | 24 abril 2024.

Villalar 2024

2020-05-07

La plantilla de la prisión de Ávila tiene 10 veces más casos de Covid-19 que la población en general

    El impacto del COVID-19 en la prisión abulense es 10 veces mayor que el registrado en la población de Ávila.Según los últimos datos oficiales en Ávila se registran 1.777 casos de coronavirus en una población de 159.260 habitantes, lo que representa un índice de contagio del 1,1 % de la población, mientras que en la prisión por cada 100 trabajadores/as habría 11 casos positivos.

    07/05/2020.
    Foto Ical.

    Foto Ical.

    Diecinueve trabajadores de la prisión han dado positivo, de los cuales 8 ya están recuperados.

    El acceso a las pruebas de detección del virus mediante la técnica PCR es muy restringido, si no tienes síntomas de infección respiratoria aguda y trabajas en contacto directo con las internas no te hacen la prueba. El personal penitenciario en cuarentena se reincorpora sin que le hagan una prueba que demuestre el resultado negativo. Posiblemente si se realizaran más pruebas, los casos aumentarían.

    Desde hace semanas el sindicato reclama a la Consejería de Sanidad de Castilla y León que reparta test rápidos serológicos en la prisión para conocer el nivel real de penetración del virus y detectar con anticipación posibles brotes epidémicos. Las prisiones son espacios vulnerables y no tener controlado el virus puede conllevar dramáticas consecuencias. En la prisión de Ávila es urgente hacer test debido al elevado número de casos positivos que registra.

    El principal vector de contagio y transmisión del virus al interior de las prisiones es su personal, por eso tenemos que seguir reforzando las medidas preventivas y de protección frente al Covid-19. El personal penitenciario se ha convertido en el principal escudo protector de la población reclusa, que a día de hoy no registra ningún positivo al Covid-19 entre las internas de la prisión. Por eso, desde el sindicato queremos poner en valor la labor del personal penitenciario que además de gestionar la emergencia sanitaria en la que nos encontramos y padecer los contagios, también tiene que garantizar la seguridad y reinserción de las personas privadas de libertad, en un contexto de restricciones en derechos sin precedentes en la historia de las prisiones.

    Otra de las demandas urgentes teniendo en cuanto el elevado nivel de impacto del virus en la prisión, es que se proteja al personal penitenciario especialmente sensible a la exposición al Covid-19. La plantilla de la prisión de Ávila está envejecida, la media de edad está en torno a los 50 años y tenemos trabajadores con patologías base consideradas por el Ministerio de Sanidad como de riesgo, que continúan trabajando expuestos a este virus que es letal entre los vulnerables, a pesar de las recomendaciones del Gobierno y Autoridades Sanitarias de quedarse en casa preferentemente hasta que se controle la epidemia.

    Mientras que en el resto de la Administración General del Estado los empleados públicos especialmente vulnerables están aislados en su domicilio, Instituciones Penitenciarias les tiene trabajando y sin una protección específica adecuada, lo que constituye además de un peligro para su vida, una grave discriminación.