CCOO de Castilla y León | 19 abril 2024.

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2021-01-18

CCOO solicita al TSJCyL investigar el desprecio de la Consejería de Sanidad hacia su agotado personal

    Comisiones Obreras, por medio de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de Castilla y León (FSS-CCOO CyL), ha puesto en pone en conocimiento del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León (TSJ-CyL) el desprecio y la desidia de la Gerencia Regional de Salud de Sanidad de la Junta ante la situación de agotamiento de los profesionales de Sacyl. Nuestros compañeros y compañeras de la Federación quieren dejar constancia que los responsables sanitarios de la Comunidad en ningún momento han tenido en cuenta los riesgos psicosociales que sufren nuestros profesionales sanitarios derivados de esta situación de pandemia provocada por la Covid-19.

    18/01/2021.
    Concentraciones en Palencia.

    Concentraciones en Palencia.

    Desde la FSS-CCOO CyL no podemos permitir que se siga “machacando” a nuestros profesionales. No son “superhéroes”. Se trata de personas agotadas ya física y emocionalmente, que deben conciliar su vida personal y familiar. Por eso, se han solicitado las diligencias previas ante el TSJ-CyL para que investigue la presunta falta de actuación de la Gerencia Regional de Salud en materia de prevención de riesgos laborales.

    El Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, del que forman parte el Ministerio de Sanidad y las 17 comunidades autónomas, aprobó el pasado mes de julio el “Plan de respuesta temprana en un escenario de control de la pandemia Covid-19”. En dicho documento se exigía una actuación para evitar el agotamiento existente entre los trabajadores y las trabajadoras, incluido en una lista de verificación de las medidas que se debían tomar.

    Posteriormente, según el Acuerdo 46/2020, de 20 de agosto, de la Junta de Castilla y León, por el que se aprueba el Plan de Medidas de Prevención y Control para hacer frente a la crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19 en la Comunidad de Castilla y León, se comprometían a garantizar los medios y capacidades del sistema sanitario para el cumplimiento de lo previsto en dicho Plan en un escenario de control de la pandemia por coronavirus.

    Lejos de esta realidad, en la Gerencia Regional de Salud de Castilla y León no sólo se ha obviado dicho plan anti agotamiento, sino que tampoco se han evaluado los riesgos psicosociales de las y los trabajadores en un momento donde la carga de trabajo está siendo tan elevada. Además, por si esto fuera poco, la publicación el pasado 14 de noviembre del Decreto 2/2020 del presidente de la Junta de Castilla y León, por el que se regulan las prestaciones personales obligatorias sobre los recursos humanos en el ámbito del Sistema de Salud de Castilla y León, viene a empeorar aún más las condiciones laborales del personal, también desde el punto de vista de un incremento relevante de la carga de trabajo.

    La evaluación de riesgos no es un fin en sí mismo, ni una mera prescripción burocrática de obligado cumplimiento. Se trata de un paso previo para llegar a una prevención racional y efectiva del colectivo al que se refiere. En prevención de riesgos laborales la evaluación psicosocial “persigue el mismo objetivo que en otros ámbitos de la prevención de riesgos laborales: identificar factores de riesgo y establecer las medidas de mejora para prevenir los daños que se puedan ocasionar”

    En la mayoría de los casos de daños psicosociales (el “burnout”, también llamado síndrome del quemado, ya forma parte del catálogo de enfermedades profesionales de la OMS) su origen no se debe a una sola causa. El análisis de situación se convierte entonces en crucial a la hora de evaluar estos riesgos. Lo que está claro es que sus efectos no serán solo personales, también empresariales (absentismo, bajas por depresión…), que a su vez redundan en más falta de personal y mayor dificultad para una atención al usuario óptima.

    Estamos ante un tremendo riesgo ya que, según las evidencias científicas, si dicho estrés dura más de un mes, la respuesta se intensifica con el paso del tiempo y comienza a interferir en la salud del trabajador o la trabajadora. Aparecen problemas de insomnio, taquicardia, ansiedad, depresión, entre otros.