CCOO de Castilla y León | 19 abril 2024.

Villalar 2024

2021-01-28

La inoperancia de la Consejería se vuelve, una vez más, contra el personal sanitario

    La mayoría de los sindicatos sanitarios en el ámbito público (CCOO, SATSE, CESM y USAE) quiere transmitir a la opinión pública de la Comunidad que la inoperancia de la Consejería se vuelve de nuevo contra los profesionales sanitarios. Desde la propia Gerencia Regional de Salud reconocen que el compromiso público de la consejera de Sanidad, Verónica Casado, y del propio presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, de no aplicar el Decreto que eliminaba los derechos de los trabajadores y las trabajadoras sanitarias, fue una burda mentira; y que desde el primer momento su intención siempre ha sido la de aplicarlo.

    28/01/2021.
    Agencia Ical.

    Agencia Ical.

    De nuevo, como en un “deja vù”, el personal sanitario público de Castilla y León, después de 10 meses del inicio de la pandemia que ha provocado la Covid-19, están viendo como las diferentes gerencias están anunciando el recorte de sus derechos laborales, eliminación de vacaciones y días pendientes de disfrutar correspondientes aún al 2020, permisos de conciliación, movilidades forzosas, amparándose en un Decreto que la Consejería de Sanidad dijo públicamente que no iba a aplicar, y que los propios gerentes no pueden imponer ya que es la propia consejera quien tiene que desarrollarlo mediante una orden, aspecto éste que a fecha de hoy no se ha producido.

    Diez meses después, debido a la incompetencia de los diversos gestores de Castilla y León -que no sólo no han sabido atraer a profesionales sanitarios, sino que muchos de ellos han huido de nuestra tierra por las malas condiciones laborales y el maltrato al que han estado sometidos-, y a la mala gestión de esta pandemia desde un punto de vista político, que nos hace estar de nuevo inmersos en una tercera ola de las dimensiones de la primera, nada se ha aprendido y en nada se ha avanzado.

    SATSE, CESM, CCOO y USAE, denuncian que en los diferentes centros hospitalarios del territorio se están eliminando derechos laborales fundamentales, como el de la conciliación, eliminando las reducciones de jornada por cuidado de menores que tienen ya concedidos los trabajadores y las trabajadoras, el derecho al descanso, obligándoles a acudir a sus unidades a prestar servicios en sus días libres. Incluso en diversos hospitales, como el Complejo Hospitalario de Salamanca o el Hospital Universitario Río Hortega de Valladolid, se está coaccionando a los trabajadores y a las trabajadoras para que renuncien a los días por encima de jornada que realizaron en el 2020, así como a los permisos que no han podido disfrutar a lo largo del año pasado. Y para colmo de despropósitos, se está obligando a profesionales a renunciar al abono de las noches y festivos en caso de que se les asigne al Hospital Rondilla en Valladolid.

    Se siguen produciendo problemas con los equipos de protección individual en el Complejo Asistencial de Segovia, donde se siguen dotando a los trabajadores y a las trabajadoras con gafas y pantallas que no están homologadas. En numerosos hospitales los profesionales sanitarios siguen trabajando con simples mascarillas quirúrgicas, lo que sigue provocando numerosos brotes de contagios por coronavirus entre ellos. El resultado de tanto desatino no es otro que a fecha de hoy sean más de 2.500 los trabajadores y trabajadoras de Sacyl que se encuentran aislados por contagio o contacto con un positivo.

    Se sobrecarga aún más a una plantilla cansada y diezmada, pero a la vez se están reforzando los puestos de gestión con profesionales a los que se les retira de su actividad asistencial. En definitiva, un cúmulo de despropósitos que no hace más que reflejar la incapacidad de numerosos gerentes y direcciones para gestionar la asistencia sanitaria, y la incapacidad de la Gerencia Regional de Salud de controlar la situación sanitaria en Castilla y León.

    Los trabajadores y las trabajadoras de Sacyl, a través de sus representantes, llevan meses pidiendo que se negocien las diversas situaciones y necesidades que pudieran surgir a consecuencia de la pandemia, al igual que han hecho en otras comunidades autónomas, pero la Consejería de Sanidad ha hecho siempre caso omiso a sus peticiones.