CCOO de Castilla y León | 29 marzo 2024.

2022-05-19

Hay ritmos de trabajo en los Centros de 3ª Edad que inducen al consumo de fármacos

    CCOO ha organizado una Jornada para “dar herramientas a delegados y delegadas con las que ayudar a las trabajadoras de las Residencias de la Tercera Edad para no depender de los fármacos para realizar su trabajo”. Así lo ha explicado la secretaria general de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO Castilla y León, Ana Rosa Arribas. Por su parte, el secretario de Salud Laboral y Sostenibilidad Medioambiental de CCOO, Mariano Sanz Lubeiro ha recordado que “sufren ritmos de trabajo que afectan a su salud y que tienden a compensar con el consumo de fármacos que crean dependencia”.

    19/05/2022.
    Foto CCOOCyL.

    Foto CCOOCyL.

    La Federación de Sanidad de CCOO Castilla y León ha organizado este encuentro, dirigido a trabajadoras y delegados y delegadas de las Residencias, para alertar de la situación que se ha detectado en un estudio realizado por los servicios de salud laboral de CCOO. Los datos revelan que el 40% de las personas que trabajan en este sector están tomando fármacos para soportar las condiciones de trabajo “que han empeorado con motivo de la pandemia por Covid-19” ha dicho Ana Rosa Arribas. Las causas hay que buscarlas en la falta de personal para atender a personas cada vez más dependientes lo que obliga a soportar altas cargas de trabajo diario que terminan haciendo mella en las plantillas, muy feminizadas.

    Todo tipo de riesgos

    “Los riesgos son, sobre todo, musculo-esqueléticos, por la necesidad de movilizar a personas mayores, pero también psicosociales por el estrés en el que deben desarrollar su trabajo” ha señalado Ana Rosa Arribas. Mariano Sanz ha completado el cuadro diciendo que “no se está teniendo en cuenta la particular fisiología de las mujeres a la hora de evaluar los riesgos laborales en los centros de trabajo que tienden a tener más dificultad para mover cargas” ha dicho. Además ha recordado la doble presencia laboral de las mujeres, en el empleo y en el hogar, para empeorar el cuadro de patologías que sufren las trabajadoras de los cuidados. La consecuencia es que “el 50% declaran tener alteraciones del sueño, por el estrés, lo que les lleva a tomar somníferos y un 40% dicen tomar fármacos para el dolor por lesiones vinculadas con su trabajo” relata Ana Rosa Arribas quien, además, señala que muchas de estas personas se automedican ya que no siempre pueden acudir a su médico para solucionar sus problemas. Hay situaciones de depresión y de ansiedad en muchos de los casos que se unen a los problemas físicos. Mariano Sanz señala que la facilidad para acceder a estos fármacos “determina también la automedicación de las trabajadoras por lo que también estamos alertando a las empresas para que comprendan la situación y pongan medidas”.

    Consumo de psicofármacos

    Y es que el estudio de CCOO, igual que el Plan Nacional sobre Drogas, ha detectado que, tras la pandemia, hay un incremento en el consumo de psicofármacos en el sector de la dependencia. Son estos medicamentos los que más preocupan ya que crean adicción y provocan reacciones negativas en los consumos prolongados. Hay, además, riesgo de “polimedicación” para combatir todas las consecuencias de los ritmos de trabajo.

    Mariano San Lubeiro ha señalado que estas Jornadas, que se llevan a cabo en todas las Comunidades Autónomas, están orientadas a sensibilizar a las empresas y a las plantillas de que hay que cambiar las condiciones de trabajo de los centros para prevenir posibles adicciones. En opinión del sindicato solo el incremento del personal en las Residencias podría ayudar a evitar factores de riesgo.

    Por eso, Ana Rosa Arribas ha señalado la responsabilidad de la Junta de Castilla y León en las condiciones laborales de las 25.000 personas que trabajan en las 700 residencias que hay en Castilla y León, la inmensa mayoría mujeres. Ha exigido que se varíen los requisitos para la concertación de las Residencias de la Tercera Edad que, en nuestra Comunidad son, en un 80%, privadas. En su opinión habría que adoptar las garantías que ha establecido la Comunidad de Cantabria por las que una parte del concierto que abona la Comunidad Autónoma tiene que ir a la mejora de las condiciones retributivas y a las condiciones laborales de las trabajadoras de las Residencias.