CCOO de Castilla y León | 29 marzo 2024.

El sistema de pensiones SÍ es sostenible

    Artículo de opinión elaborado por Mariano Sanz Lubeiro, secretario de Salud Laboral, Seguridad Social y Medio Ambiente de Comisiones Obreras de Castilla y León, y Agustín Hernández Hernández, técnico responsable del Departamento de Seguridad Social de CCOO de Castilla y León.

    29/07/2016.
    Los autores del artículo.

    Los autores del artículo.

    Durante los últimos años, en especial los más virulentos de la crisis, igual que ocurría en los años noventa, no hay más que ir a la hemeroteca para encontrar muchos artículos de opinión, estudios, opiniones de expertos,  alertando sobre la "insostenibilidad del sistema de pensiones" y su inminente quiebra. En el último informe de ESADE-Obra Social La Caixa se afirma que "las pensiones son una de las variables con peor índice de confianza a futuro".  Casi diariamente aparecen noticias que están relacionadas con tensiones del sistema, incertidumbre, vaciado del fondo de reserva? ¿Esta debacle que tanto se vaticina es real o está dirigida desde organizaciones que pudieran tener algún tipo de interés en el tan manido debate de las pensiones? ¿Dicho debate estará condicionado por el hecho de que las pensiones públicas gestionadas eficaz y públicamente mueven un montante anual de alrededor 115.000 millones de euros?
    Probablemente haya algo de todo, pero en Comisiones Obreras nos inclinamos más por lo segundo, y es que el gasto en pensiones en nuestro país está actualmente en el 11,8% del PIB, mientras que en otros países de nuestro entorno está próximo al 15% o lo supera, como pueden ser Francia, Italia o Finlandia. En España la estimación es que el gasto en pensiones sería del 15% del PIB en el año 2050, cuando habrá más personas jubiladas como consecuencia de la entrada al sistema de la llamada "generación del baby-boom" que representa la franja más ancha de nuestra pirámide poblacional, a partir de ahí comenzará a decrecer nuevamente. La conclusión parece clara, si se tiene voluntad política hay margen para aumentar el porcentaje de gasto público en pensiones. ¿Pero a que conclusión nos quieren hacer llegar?
    El déficit de la Seguridad Social ha ido creciendo desde el año 2011 hasta alcanzar los 16.000 millones de euros en el año 2015. Dicho déficit está relacionado con la menor recaudación por cotizaciones sociales. Los desempleados cotizan menos cuantía y durante menos tiempo, de ahí que el incremento de afiliados y cotizantes no es proporcional con el aumento de la recaudación (se registran más afiliados pero los ingresos disminuyen). Esto ocurre como consecuencia del incremento del uso de los contratos a tiempo parcial y/o temporal y precario, a lo que podemos sumar la devaluación salarial, y las reducciones de cotizaciones sociales derivadas de "tarifas planas" o "mínimos exentos de cotización". En consecuencia, las reformas operadas en nuestro sistema de relaciones laborales y de pensiones han tenido un denominador común: la reducción del gasto en el caso de las pensiones y la precarización del sistema de relaciones laborales, todo ello, como hemos visto, está teniendo una incidencia grave en el sistema de pensiones. La hucha se vacía, y no porque hayan subido mucho las pensiones, y ello a pesar de las reformas que pretenden una reducción del gasto. ¿Y si probamos con los ingresos?
    El principal problema del sistema desde el inicio de la crisis ha sido la pérdida de cotizantes, así como las ineficaces e injustas reformas laborales (en especial la de 2012 y la unilateral del Gobierno en 2013) que han provocado  reducciones en salarios y cotizaciones de las empresas que claramente no han funcionado para aumentar el número de ocupados.
    El sistema de pensiones sí es sostenible y es posible pagar pensiones de calidad ahora y en el futuro. La tasa de reemplazo (proporción de la primera cuantía de la pensión con respecto al último salario) en nuestro país actualmente está por encima del 70% (79% en el año 2013). ¡Ojo! Según proyecciones de la Unión Europea, con las últimas reformas aprobadas la misma pasaría al 48,60% en el año 2060.
    Desde CCOO consideramos fundamental un cambio de rumbo en las reformas que puedan resultar necesarias en el sistema de pensiones, las mismas han de realizarse en el marco del Pacto de Toledo y podemos afirmar que las rebajas de cotizaciones y la reducción del gasto hunde el futuro de las pensiones públicas por lo que es urgente y necesario explorar vías que no se han utilizado hasta ahora dirigidas al aumento de los ingresos del sistema. Es fundamental generar más empleo de calidad mejorando la productividad de los factores de producción (innovación), generar empleo en el tercer pilar del Estado de bienestar (atención a las personas dependientes), recuperar desempleados/as de larga duración, aparte de otras medidas, y un elemento fundamental, luchar contra el fraude laboral y fiscal, esto sí es un atentado contra la viabilidad de las pensiones.
    Fraude, que según las mismas fuentes que anuncian el ocaso del sistema, ha venido aumentando en los últimos años. Además, se deben tomar medidas para la mejora estructural de los ingresos del sistema público de pensiones como medidas de naturaleza fiscal, incremento de las bases máximas de cotización, equiparación de las bases medias del RETA (Régimen Especial de Trabajadores Autónomos) a las del Régimen General, asunción por parte del Estado de los gastos de administración de la Seguridad Social, conversión de las tarifas planas y reducciones de cuotas en bonificaciones, es decir de no recaudar la diferencia a ser financiadas por el Ministerio de Empleo, etc?
    Por lo tanto, el sistema público de pensiones no es insostenible sino que parece haber demasiados intereses en generar alarma en la sociedad, tener hoy y en el futuro pensiones públicas de calidad es posible y razonable, ya que el sistema y su modelo no es ineficiente, lo ineficaz ha sido la forma de gestionar el mismo, únicamente desde una perspectiva de reducción del gasto.
    Valga un dato esclarecedor, si se recuperasen los 2 millones de empleos que aún no se han recuperado durante la crisis y se crease aún más empleo en los sectores indicados en el párrafo anterior con empleo de calidad y salarios dignos de aproximadamente 20.000 euros brutos anuales, se recaudarían 22.000 millones de euros adicionales, más de los 16.000 millones de déficit de la Seguridad Social y no sería necesario acudir al maltrecho fondo de reserva si no que se podría seguir dotando el mismo para hacer frente a un mayor compromiso de pago futuro.
    Hay que ser muy consecuente con la repercusión de las medidas que se toman, lo que es incuestionable es que al Fondo de Reserva le queda poca vida, dos años más o menos, y algo habrá que hacer para hacer frente al pago mensual de las pensiones. Pero no considerando el sistema como un modelo viejo que hay que cambiar sino como un modelo que se ha demostrado eficiente y que hay que revisar y ajustar. Del rumbo de las decisiones políticas que se tomen dependerá que se siga manteniendo este sistema contributivo y de reparto y que sus prestaciones sean justas y dignas. De ello dependerá el bienestar futuro de millones de trabajadores y trabajadoras.
    Desde luego, las últimas decisiones tomadas hacen sospechar que existe algún interés oculto en pasar de un sistema público de reparto a un sistema mixto. ¿Y no será que las reformas laborales operadas desde el año 2010 están orientadas para este propósito, vaciar el fondo de reserva y forzar derivar una parte del "negocio" a los de los informes apocalípticos?...