CCOO de Castilla y León | 26 abril 2024.

2017-07-18

CCOO critica el triunfalismo infundado del consejero de Sanidad respecto a la reducción de la lista de espera quirúrgica

  • Antonio María Sáez Aguado indicó ayer públicamente que Castilla y León cuenta con las mejores cifras nacionales en pacientes pendientes y en demora media

Comisiones Obreras de Castilla y León, a través de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios (FSS-CCOO CyL), critica el triunfalismo infundado del consejero de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Antonio María Sáez Aguado, relacionado con la reducción de la lista de espera quirúrgica. Una vez más la Consejería de Sanidad saca a relucir su habitual proceder a la hora que quitar hierro en lo concerniente a las listas de espera quirúrgica, presentando las mejores cifras a nivel nacional en pacientes pendientes y en demora media, con reducciones impresionantes en los últimos seis meses, en contraste con los años anteriores.

18/07/2017.
El Hospital del Bierzo es el centro con mayor lista de espera de la comunidad.

El Hospital del Bierzo es el centro con mayor lista de espera de la comunidad.

Ayer lunes día 17 de julio, la consejería de Sanidad de Castilla y León emitió una nota de prensa alardeando del gran descenso de las listas de espera quirúrgica en nuestra Comunidad. Pero, ¿qué es lo que enmascara realmente esta noticia?

Que no sirve de mucho que publiquen la disminución de la lista de espera quirúrgica, cuando existe una lista de espera de varios días para acudir a tu médico de Atención Primaria, otra semana para que te hagan una analítica, y otra semana más para que te den el resultado de la misma. A partir de este momento, si en Atención Primaria consideran que es necesaria una derivación para estudio y valoración de tratamiento, entonces comienza el largo circuito a que debe enfrentarse el paciente: la cita tarda hasta seis meses, no siendo infrecuentes los casos en que esa cita te la reprograman hasta en tres ocasiones. Cuando por fin te ve el médico especialista éste solicita diferentes pruebas para poder emitir un diagnóstico y así decidir el tratamiento, quirúrgico o no.

Lo que no dice la Consejería, y que desmonta todo el ‘show’ mediático

Las listas de espera diagnósticas sobrepasan los ocho meses para realizar una resonancia magnética; los tiempos de espera para realización de ecografías superan los nueve meses; las electromiografías un año y medio, y así un largo etcétera. Pero tampoco es de recibo el hecho de que en ocasiones se citen algunas de las pruebas de manera telefónica para el día siguiente e incluso para dentro de dos horas, con la dificultad de acudir a las mismas después de llevar tiempo esperando. Y para finalizar, vuelven a pasar cerca de tres meses hasta que vuelves a ser citado por el médico especialista para que te dé los resultados.

El problema no estriba en que tarden en operar, el problema es que tarden en diagnosticar y en el camino el desenlace sea fatídico para el paciente. Por eso la demora en la realización de pruebas diagnósticas y obtención de sus resultados es lo realmente importante y preocupante, ya que de ellas depende el tratamiento final que debe aplicarse, y de esta demora, al igual que de la demora en las primeras consultas, no habla la Consejería.

Una vez mas sólo interesa la espectacularidad de la noticia, especialmente cuando se ‘gana por goleada’ al conjunto de la sanidad española, para que así se divulgue y salga en los medios de comunicación el supuesto buen hacer de la Administración sanitaria de esta Comunidad.

Sacyl (Servicio Público de Salud de Castilla y León) tiene como objetivo durante 2017 la disminución de las listas de espera, tanto en Atención Primaria como en Especializada; el objetivo de mejorar números para publicar en prensa, sin importar que la atención sea íntegra. Objetivo muy difícil de lograr puesto que sigue aumentando la carga asistencial, aumentando la imposición de programas nuevos a los profesionales (como por ejemplo cuidados paliativos, ucas –unidades de continuidad asistencial-, anticoagulación, cirugía menor…), disminución de sustitutos, precariedad en los contratos… En definitiva, recursos humanos muy escasos y sometidos cada vez a mayor carga de trabajo.

‘El ejemplo más claro son las ucas, que para evitar que los/as enfermos/as prolonguen su estancia en los hospitales, en cuanto mejoran un poco y ya no es determinante su estancia allí, pero sin tener una recuperación total, les mandan a sus domicilios. Ese seguimiento se traslada a los médicos de familia, ya de por sí muy sometidos a una gran carga laboral, por lo que esta tarea no se lleva a cabo en las mejores condiciones posibles. Y lo que es peor, las probabilidades de recaída por parte del paciente se incrementan notablemente. Esto obliga a una nueva hospitalización y, por lo tanto, a un mayor gasto sanitario. Lo que en un primer momento se establece con la idea de ahorrar costes y brindar un hipotético mejor servicio, a la postre deriva en todo lo contrario: peor calidad asistencial, incremento de los costes sanitarios y más trabajo para los profesionales sanitarios’, remarcan nuestros compañeros de Sanidad.

Sobre todo esto, ni se mojan las gerencias correspondientes, ni la propia Consejería. Es mucho mejor no hablar de estas realidades porque se irían al traste las fotos y las noticias estupendas en la prensa, noticias con las que nos quieren hacer olvidar los grandes recortes a los que está sometida la sanidad pública, tanto en Atención Primaria como en Atención Especializada.

Vemos cada día como, en una Comunidad dónde se forman profesionales sanitarios con una calidad excelente, no se incorporan nuevos efectivos a las plantillas, viéndose relegados a obtener como mucho unos contratos precarios mientras se va jubilando nuestra plantilla envejecida, reflejo de la realidad de Castilla y León.

El pasado mes de marzo se hacían públicas unas instrucciones en las que se decía que la lista de espera quirúrgica se había incrementado desde finales de 2016, y su índice de entradas/salidas en dicha lista de espera era superior a 1, es decir, entraban en lista más pacientes de los que salían.

Por todo esto desde CCOO nos preguntamos ¿cómo se explica que en sólo tres meses, sin aumentar personal y, según declara el consejero de Sanidad, reduciendo las intervenciones concertadas, pueda disminuir la lista quirúrgica? ¿Habrán tenido que ver instrucciones como la del pasado mes de marzo en el Hospital de Burgos en el sentido de maquillar las listas de espera en esta reducción?...

Privatización encubierta de la sanidad en esta Comunidad

El trasfondo de todos estos problemas es evidente: una privatización encubierta de la sanidad en nuestra Comunidad y en el resto del estado desde que el PP se encuentra al frente del Gobierno en el Estado y en las autonomías. Aquellas personas que tienen recursos suficientes, en aras a evitar estas largas demoras para ser sometidos a las numerosas pruebas previas que den pie a brindar un diagnóstico eficaz, se las hacen en la sanidad privada. Y una vez que ya las tienen, en un periodo de tiempo corto en relación a lo que tendrían que esperar en el Sacyl, se van con ellas a la sanidad pública para ser sometidos al tratamiento necesario. Que esto es lo realmente costoso e importante para la curación de los pacientes.

‘Y mientras esto ocurre, nuestros responsables políticos sanitarios no dejan de colgarse medallas sin decir realmente la verdad. Intentan por todos los medios vender una realidad ficticia, mientras que se muestran incapaces de reconducir una sanidad que de no ser por el esfuerzo innegable de sus profesionales sería caótica. Y cada vez más se va deteriorando otrora uno de los mejores sistemas sanitarios públicos del mundo. Es deleznable’, apuntan desde Sanidad CCOO.